23/02/2022
El petróleo que se obtiene de territorios off-shore (es decir fuera de la costa) comprende varios pasos para su recolección.
Primero se lleva adelante la exploración sísmica de la zona a partir de cañones de aire comprimido que buscan los reservorios de hidrocarburos bajo tierra. Los cañonazos son el segundo contribuyente de ruido subactuatico, luego de las explosiones nucleares y otro tipo de pruebas militares. El ruido es 100.000 veces más potente que el motor de un avión y se repiten cada 4 o 5 segundos, las 24hs del día durante semanas. Mamíferos, tortugas, peces y demás animales marinos terminan desorientados, sufren cambios de comportamientos, estrés, discapacidad auditiva, lesiones y hasta la muerte por ahogamiento o varamientos.
¿Es seguro llevar adelante esta actividad en alta mar?
La explotación de petróleo en alta mar supone un riesgo grande de derrame y no se cuenta con los recursos para una rápida recolección en caso de que suceda.
En abril de 2010, la explosión de la plataforma de aguas ultra-profundas Deepwater Horizon en el golfo de México, causó la muerte de 11 trabajadores y el derrame de petróleo más grande de la historia. Las consecuencias de este derrame se sienten hasta hoy: un informe de Oceana, ONG para la conservación de los mares, afirma que a partir de ese momento la población de ballenas Bryde se redujo en un 22% y algunas poblaciones de peces, camarones y calamares desaparecieron en un 85%.
¿Qué alternativa hay al uso de petróleo?
La crisis climática nos pide con urgencia trabajar en el traspaso al uso de energías renovables. No podemos seguir perdiendo el tiempo con una fuente de energía no renovable que contamina a gran escala.
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