21/03/2022
En medio de una larga sequía, la provincia de Corrientes sobrepasó el millón de hectáreas quemadas, lo que representa el 12% de su territorio. El daño en la flora y la fauna de uno de los mayores humedales del mundo, el Parque Nacional Iberá, trae terribles consecuencias ambientales y socioeconómicas.
¿Cuáles son las causas?
Las altas temperaturas y la falta de humedad en el ambiente, signo contundente de la crisis climática motorizada por el modo de producción extractivista. Sumada a la falta de prevención y mala administración por parte de los poderes públicos, y las quemas intencionales que se llevan adelante para estimular el rebrote para alimentar a las vacas víctimas de la ganadería.
¿Qué efectos trae la quema?
Un sufrimiento inconmensurable a los seres sintientes que habitan los ecosistemas afectados. Los animales de los Esteros del Iberá no tuvieron agua durante semanas, los que pudieron huir de las llamas se encuentran muy afectados, y los demás forman parte de un número todavía incalculable de víctimas.
A nivel ambiental el desastre es enorme: la emisión de CO2 y la pérdida de la posibilidad de capturar carbono que poseen los bosques, colabora con el avance de la crisis climática.
A nivel social y económico trajo pérdidas millonarias, y arrasó con el trabajo de cientos de productores y años de investigación en la zona.
Las migraciones forzadas y masivas de fauna, y el hacinamiento de distintas especies que no suelen convivir en espacios reducidos puede generar nuevas enfermedades. Las posibilidades de riesgos de zoonosis se incrementan a causa de los incendios forestales y la deforestación.
No se puede predecir cuál será el resultado pero es evidente que el desbalance en el ecosistema no podrá reestructurarse a corto plazo.
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